El crecimiento y el reconocimiento de la formación en gestión de proyectos han cambiado significativamente en los últimos años, y se espera que estos cambios continúen y se expandan. Y con el auge de la gestión de proyectos llega la necesidad de un estudio de viabilidad.
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¿Qué es un estudio de factibilidad?
Como su nombre indica, un análisis de viabilidad se utiliza para determinar la viabilidad de una idea, como asegurar que un proyecto es legal y técnicamente factible, así como económicamente justificable. Nos dice si un proyecto vale la pena la inversión; en algunos casos, un proyecto puede no ser factible. Puede haber muchas razones para ello, entre ellas que se requieran demasiados recursos, lo que no sólo impide que esos recursos realicen otras tareas, sino que también puede costar más de lo que una organización recuperaría al asumir un proyecto que no es rentable.
Un estudio bien diseñado debe ofrecer un historial de la empresa o el proyecto, como una descripción del producto o servicio, estados contables, detalles de las operaciones y la gestión, estudios y políticas de marketing, datos financieros, requisitos legales y obligaciones fiscales. Por lo general, estos estudios preceden al desarrollo técnico y a la ejecución del proyecto.
Tipos de estudios de viabilidad
Un análisis de viabilidad evalúa el potencial de éxito del proyecto; por lo tanto, la objetividad percibida es un factor esencial en la credibilidad del estudio para los posibles inversores e instituciones crediticias. Existen cinco tipos de estudios de viabilidad, que se describen a continuación.
1. Viabilidad técnica
El proceso del certificado de factibilidad aguas andinas se centra en los recursos técnicos de que dispone la organización. Ayuda a las organizaciones a determinar si los recursos técnicos cumplen con la capacidad y si el equipo técnico es capaz de convertir las ideas en sistemas de trabajo. La viabilidad técnica también implica la evaluación del hardware, el software y otros requisitos técnicos del sistema propuesto. Como ejemplo exagerado, una organización no querría tratar de poner los transportadores de Star Trek en su edificio: actualmente, este proyecto no es técnicamente viable.
2. Viabilidad económica
Esta evaluación suele incluir un análisis de costes y beneficios del proyecto, que ayuda a las organizaciones a determinar la viabilidad, el coste y los beneficios asociados a un proyecto antes de asignar los recursos financieros. También sirve como una evaluación independiente del proyecto y mejora la credibilidad del mismo, ayudando a los responsables de la toma de decisiones a determinar los beneficios económicos positivos que el proyecto propuesto proporcionará a la organización.
3. Viabilidad jurídica
Esta evaluación investiga si algún aspecto del proyecto propuesto entra en conflicto con los requisitos legales, como las leyes de zonificación, las leyes de protección de datos o las leyes de las redes sociales. Supongamos que una organización quiere construir un nuevo edificio de oficinas en una ubicación concreta. Un estudio de viabilidad puede revelar que la ubicación ideal de la organización no está zonificada para ese tipo de negocio. Esa organización acaba de ahorrarse un tiempo y un esfuerzo considerables al saber que su proyecto no era viable desde el principio.
4. Viabilidad operativa
Esta evaluación implica la realización de un estudio para analizar y determinar si las necesidades de la organización pueden satisfacerse, y en qué medida, mediante la realización del proyecto. Los estudios de viabilidad operativa también examinan cómo un plan de proyecto satisface los requisitos identificados en la fase de análisis de requisitos del desarrollo del sistema.
5. Viabilidad de la programación
Esta evaluación es la más importante para el éxito del proyecto; después de todo, un proyecto fracasará si no se completa a tiempo. En la viabilidad de la programación, la organización calcula el tiempo que tardará el proyecto en completarse.
Una vez examinadas todas estas áreas, el análisis de viabilidad ayuda a identificar las limitaciones a las que puede enfrentarse el proyecto propuesto, entre otras:
- Limitaciones internas del proyecto: Técnicas, tecnológicas, presupuestarias, de recursos, etc.
- Limitaciones internas de la empresa: Financieros, de marketing, de exportación, etc.
- Limitaciones externas: Logística, medio ambiente, leyes y reglamentos, etc.