Lic. Miguel Matallana

4 razones reales por las que los hombres pagan por sexo

Si preguntaras a todos tus amigos varones si alguna vez han contratado a una prostituta, te sorprendería su sincera respuesta.

Una encuesta descubrió que el 15% de los hombres estadounidenses habían pagado por sexo en algún momento de su vida, y el 10% de los británicos.

Las estadísticas me sorprendieron: eran más altas de lo que esperaba. Pero entonces me di cuenta de que conozco personalmente a unos cuantos hombres que han frecuentado los servicios de señoritas de la noche. Unos pocos se dieron el capricho en un viaje de soltero a Praga, otro contrataba a una prostituta cada noche al volver del pub y otro más contrataba servicios por Internet unas cuantas veces al mes.

Así que se me ocurrió preguntarles directamente: ¿por qué pagas por sexo? Las respuestas son mucho más sencillas de lo que imaginas:

1. Quieren acostarse con mujeres MUCHO más sexys.

«Si soy brutalmente honesto, las mujeres más calientes con las que me he acostado han sido trabajadoras sexuales. Nunca sería capaz de follarme a mujeres que están ridículamente buenas a menos que fueran prostitutas».

Esta fue la razón principal que todos dieron. Me sorprendió, porque todos los chicos a los que pregunté son guapos, tienen éxito en sus campos y no tienen problemas para conseguir citas. Pero todos coincidieron en que para acostarse con mujeres despampanantes, lo más fácil era simplemente pagar.

2. Quieren tener el control.

«Sigo queriendo asegurarme de que la mujer se lo pasa bien. Pero la verdad es que me preocupa más conseguir lo que quiero, ya que he pagado por ello. Y como he pagado por ello, no tengo miedo de pedirlo».

La mayoría de ellos dijeron que hay algo muy caliente en poder pedir lo que quieres en la cama y conseguirlo, sin hacer preguntas. (Aunque un chico admitió que una vez pagó a una prostituta para que ELLA pudiera mandar). Pero en general, todos admitieron ser más abiertos sobre lo que querían y estar más satisfechos físicamente cuando pagaban por sexo. Emocionalmente, por supuesto, está por ver.

3. Quieren satisfacer una fantasía.

«Me gusta probar cosas -no voy a decir qué- que una novia me dijo una vez que eran pervertidas. Cuando pago a una puta, no me preocupa lo que pido. Nada les escandaliza».

Aunque la mayoría de los chicos con los que hablé eran solteros, el viejo tópico de los hombres que piden a las prostitutas ciertos «servicios» que ofenderían a sus esposas parece seguir existiendo. Un hombre dijo que nunca había tenido mejor sexo oral en su vida que con una prostituta.

4. Quieren encontrar el camino más rápido para tener sexo.

«Conseguir una prostituta es tan fácil: sin ataduras, puedes elegir a la mujer que quieres antes de comprar, y luego llegan a tu puerta. Más fácil imposible».

Todos los chicos con los que hablé habían utilizado diferentes métodos para visitar prostitutas. Dos utilizaron páginas web, otro visitó un burdel y otro cogió el número de una prostituta de una cabina telefónica de Londres. Pero todos estaban de acuerdo: era la forma más rápida de conseguir sexo cuando sentían el deseo.

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